Creando una táctica

El apartado táctico es una de las mecánicas más importantes de Football Manager. Se trata de la forma en la que veremos expresado nuestro trabajo en el campo de juego. Sin embargo, a veces es difícil ver cómo se conectan todas las piezas entre sí y cómo sacar el mejor rendimiento posible a nuestros jugadores. Veamos cómo crear una táctica efectiva desde cero.

Creando una táctica

Análisis previo de la plantilla

Sigamos utilizando nuestra partida con el Peterborough como caso de ejemplo. Tras crear la partida, ya tenemos todo listo para comenzar a jugar. Uno de los primeros pasos que deberemos dar dentro de nuestra partida es la creación de un táctica para nuestro equipo.

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Sin embargo, antes de hacerlo debemos analizar nuestra plantilla para saber con qué jugadores contamos y cuáles son sus mejores características. Ingresando al módulo de Plantilla podremos ver todos los jugadores que componen nuestro primer equipo, y organizarlos de diversas maneras.

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En la parte superior izquierda de la pantalla veremos las distintas vistas que nos ofrece el juego, que nos muestran diferentes tipos de información sobre nuestros jugadores. Por ejemplo, la vista de Contrato nos informa cual es el salario de nuestros jugadores, cuando finaliza su vínculo con nuestro club y cuál es su valor de mercado. Si conocemos cuales son los apartados que queremos tener a mano, podemos crear nuestras propias vistas personalizadas, utilizando las opciones “Crear copia de la vista actual” y  acto seguido “Configurar vista actual”, donde podremos agregar o quitar parámetros a nuestra vista personalizada según creamos conveniente.

Cerca de la esquina superior izquierda de la pantalla tenemos las opciones de Filtro, que nos permiten excluir ciertos jugadores de nuestra lista, según diferentes criterios. Son muy útiles cuando queremos ver con más precisión aspectos de nuestra plantilla, por ejemplo nuestras alternativas en un puesto dado o que jugadores no están bajo contrato con nuestro club. En este caso utilizaré el filtro “Fuera del club”, que esconde jugadores que no están en nuestra plantilla en este momento, generalmente porque están cedidos en otro club. De esa manera, podré hacer un análisis de nuestra plantilla sin considerar jugadores con los que no podemos contar para la temporada venidera. Con esto listo, pasemos a hacer el análisis.

Hay varias formas de analizar una plantilla; un método que me gusta utilizar cuando llego a un club con el que no estoy familiarizado es ordenar los jugadores según su calidad. Haremos esto seleccionando la vista Informes y haciendo click en la columna de “Calidad” de nuestra vista de plantilla. Esto organizará a nuestros jugadores según su calidad actual, medido en estrellas de 1 a 5. Es importante recordar siempre que éstas estrellas las asigna nuestro Segundo Entrenador, según varias cuestiones como su atributo de “Juzgar calidad” de los jugadores, sus preferencias tácticas y otros. Esto quiere decir que las estrellas no son una verdad absoluta, y que podemos estar en desacuerdo con nuestro asistente en cuanto a la calidad e importancia de un jugador. Sin embargo, nos dan un buen punto de partida para reconocer a los mejores jugadores dentro de una plantilla, y utilizarlo como un punto de partida para hacer nuestros propios análisis.

Con los jugadores ordenados de esta forma, reviso sus perfiles uno por uno, intentando entender cuáles son sus puntos fuertes, e intento pensar dónde encajarían en un eventual 11 inicial. Una vez que he revisado a todos los jugadores, tengo una mejor idea de quiénes serán mis figuras clave. Esto es importante ya que deberemos armar una táctica alrededor de esos jugadores para sacarle el máximo rendimiento a nuestra plantilla. Si, por ejemplo, tenemos un excelente delantero pero no armamos la táctica de manera que generemos ocasiones claras de gol para él, no estaremos jugando de la forma que favorece más a los nuestro equipo.

También es importante considerar en qué puestos juegan nuestros mejores jugadores. Por ejemplo, una plantilla que está corta de defensores centrales difícilmente pueda sostener un esquema con línea de tres durante toda una temporada, ya que siempre debemos considerar que habrá lesiones, suspensiones y seguramente deberemos rotar el equipo.

En el caso del Peterborough, considero que Jack Taylor, Jeando Fuchs y Jorge Grant son tres de nuestros mejores jugadores. Es interesante porque se trata de tres centrocampistas con distintos perfiles, por lo que podrán funcionar muy bien en combinación. Esto también nos marca que seguramente nos convenga jugar con un esquema que contenga tres centrocampistas, uno defensivo, uno ofensivo y uno mixto. Con todo esto considerado, podemos pasar a crear nuestra táctica. 

Para hacerlo, vamos a entrar al módulo de tácticas, dentro de las opciones del panel a la izquierda de nuestras pantallas. 

Los estilos tácticos

Si es la primera vez que ingresamos al módulo táctico en nuestra partida, nos encontraremos con un menú que nos invita a elegir un estilo táctico. Los estilos tácticos son tácticas pre-diseñadas que nos permiten elegir una táctica dentro de una variedad de estilos; son muy útiles si todavía no estamos del todo familiarizados con las distintas opciones tácticas ya que nos dan una base sólida con la que empezar a jugar y nos dan la posibilidad de hacer cambios más adelante. Nuestro Segundo Entrenador nos recomendará tres estilos en base a su análisis de nuestra plantilla.

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Sin embargo, en esta ocasión quiero crear una táctica desde cero para mostrarles cual es mi proceso para hacerlo y cuales considero que son las elecciones más importantes. Podemos hacer esto yendo al final de la lista de estilos tácticos y seleccionando la opción “Crear tu propio estilo táctico”.

Toda táctica tiene cuatro elementos fundamentales que se combinan para definir el estilo de juego del equipo sobre el campo: mentalidad, formación, roles e instrucciones. Nuestra tarea como entrenadores es lograr armonía entre los mismos para que el resultado sea efectivo. También debemos lograr que haya armonía entre la táctica, es decir lo que pedimos de nuestros jugadores, y las capacidades de los mismos. De nada sirve, por ejemplo, pedirle a un delantero de baja estatura que intente dominar en el juego aéreo por más que nuestra táctica esté construida para ello; tampoco sirve pedirle a nuestro equipo que salga al campo con una formación que requiere de un jugador en un puesto que ninguno de nuestros jugadores sabe jugar.

También es importante recordar que una táctica en Football Manager es un sistema donde toda decisión que tomemos ejercerá una influencia sobre las anteriores y las siguientes. Por eso, es importante llegar a este momento con un concepto claro de lo que buscamos plasmar. De esa manera, toda decisión que tomemos se alineará a esa idea.

Por último, tomar en cuenta el factor de la Familiaridad Táctica, que podemos ver en la parte superior derecha de la pantalla de tácticas. Esto representa que tan adaptados están nuestros jugadores a nuestra táctica. Cualquier cambio que hagamos a lo largo de la temporada (o incluso durante un partido) afectará esta Familiaridad y disminuirá el rendimiento de nuestros jugadores.

¿Jugadores o sistema?

La primera pregunta a la que deberemos dar respuesta es si debemos priorizar nuestra idea de juego o las habilidades de nuestros jugadores. En mi opinión, la respuesta depende mucho del contexto en el que nos encontremos. 

Entrenadores en clubs de primer nivel, que cuentan con jugadores versátiles capaces de llevar a cabo múltiples funciones y la economía para fichar y mejorar su plantilla, seguramente puedan imponer un sistema. Por otro lado, entrenadores de clubes mucho más chicos, que solo disponen de jugadores más limitados y poco o nada de dinero para reforzarse, deberán probablemente priorizar un estilo que saque el máximo provecho de sus jugadores.

Existen quienes se sitúan en un extremo o el otro sin importar la situación del equipo; en mi opinión ambas posturas se ven perjudicadas si el contexto no es propicio. En mi opinión la mejor opción es, con una idea de base, entender en qué puntos podremos profundizar y dónde deberemos adaptarnos a las realidades de la plantilla.

Habiendo realizado un análisis pormenorizado de la plantilla del Peterborough, creo entender mejor lo que puedo pedirle a mi plantilla. Como mencioné antes, se que tengo los jugadores necesarios para jugar en un 4-2-3-1, pero también que la mejor faceta de mis defensores por banda no es el ataque, por lo que necesitaré usar extremos para dar amplitud a la ofensiva. Saber qué pueden hacer tus jugadores te ayuda a entender cuales son tus opciones a medida que creas una táctica.

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Otro factor a tener en cuenta es la Visión del Club que tiene la directiva. Podemos verla al elegir el club en la pantalla de Elección de equipo, y revisarlo en cualquier momento yendo a Visión del club en el menú de la izquierda. Dependiendo de nuestro club, la directiva podrá mandarnos más o menos lineamientos en cuanto al estilo que quieren ver desplegado en el campo de juego, y que tan importante es para ellos verlo.

En el caso del Peterborough, la directiva busca fútbol ofensivo y de posesión; creo que con nuestros jugadores podemos llevar a cabo un estilo como el que pretende la directiva. Sin embargo, en ocasiones la directiva puede pedirte algo que, como entrenador, crees que no dará frutos. Es importante entonces encontrar un balance adecuado. Volvamos a la pantalla de tácticas para empezar a diagramar nuestro estilo.

Mentalidad

La “Mentalidad” es la intención de juego de nuestro equipo, e influye sobre el ritmo, la elección de pases, la movilidad de nuestros jugadores, el ancho de juego, y la intensidad de presión. En pocas palabras, la mentalidad de nuestra táctica determina los riesgos que estarán dispuestos a tomar nuestros jugadores, siendo las mentalidades más altas (Positiva, Ofensiva y Muy Ofensiva) más propensas a la toma de riesgos y las mentalidades más bajas (Cauta, Defensiva y Muy Defensiva). No necesariamente por jugar con mentalidad “Ofensiva” jugaremos más al ataque, sino que nuestros jugadores tomarán más riesgos.

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Entonces, ¿cómo elegir la mentalidad adecuada para la idea que queremos plasmar? En lo personal recomiendo comenzar siempre con la mentalidad “Equilibrada” y subir o bajar según lo que vemos en el campo y los requerimientos del partido. Si vemos que a nuestro equipo le cuesta generar chances de riesgo, podemos subirla para dar a nuestros jugadores más libertades para tomar riesgos. Si vemos que estamos quedando muy expuestos defensivamente o perdiendo la pelota con facilidad, podemos bajar nuestra mentalidad para obligar a nuestros jugadores a ser más prudentes en su toma de decisiones.

También debemos recordar que además de una mentalidad grupal, como veremos más adelante, cada jugador tiene una mentalidad individual, determinada mayormente por el rol y la tarea que elijamos para ellos, pero también por la mentalidad general que elijamos.

Formación

La formación es la forma en la que se parará nuestro equipo dentro del campo; define el puesto del que partirán al iniciar la transición ofensiva y el puesto al que regresarán al acabar la transición defensiva. La realidad es que un 4-3-3 puede ser tan diferente de otro 4-3-3 como similar a un 4-4-2, como veremos cuando hablemos de la selección de roles para cada puesto.

Elegir la formación correcta es clave para que el equipo juegue como queremos. Si el esquema no coincide con nuestra idea de juego, los jugadores podrían terminar en posiciones poco convenientes a la hora de defender, o demasiado alejados de los espacios que les corresponde ocupar al momento de atacar.

Por ejemplo, ya habíamos determinado que queremos jugar un estilo de posesión y juego ofensivo. Sería un error de nuestra parte entonces utilizar una formación que agrupe excesivamente jugadores en puestos defensivos, como puede ser un 5-1-3-1 , o utilizar una que deje pocos jugadores en el centro del campo, como una 4-2-4, que es donde buscaremos hacernos fuertes reteniendo la posesión.

En otro caso, si buscáramos jugar con un estilo que favorezca la contra-presión, sería un error jugar con una formación que agrupe jugadores en el carril central, como la 4-1-2-1-2. La táctica predica la idea de mantener una presión constante sobre el rival, pero la formación obliga a los jugadores a recorrer largas distancias para cubrir a su rival o cerrar los caminos de pase. Esto vuelve cualquier esfuerzo por presionar no sólo potencialmente inefectivo, sino además extenuante para los intérpretes. Es vital entonces elegir un esquema que favorezca (o cuanto menos, no perjudique) el estilo que buscamos desarrollar.

Roles y tareas

Podemos pensar en los roles como las instrucciones que le damos a un jugador para que juegue de la manera que queremos dentro de la cancha. Es importante entender que cada uno de los roles interactúa con aquellos que le rodean, con la mentalidad, con el esquema y con cualquier otra instrucción que se haya implementado.

Las descripciones que nos da el juego de los mismos son un buen punto de partida para entender su funcionamiento. Sin embargo, no se trata de objetos aislados, sino que se mueven dentro de un contexto y son ejecutados por un jugador, cuyas características afectarán su rendimiento. Veremos cómo funcionan estas interacciones un poco más adelante

La mayoría de los roles contempla al menos dos tareas disponibles (Apoyo o Ataque, Defensa o Apoyo, etc.) . Dos jugadores idénticos en un mismo rol se comportarán de manera más o menos agresiva según la tarea que les sea asignada. Un jugador en tarea de Ataque tomará más riesgos, presionará con mayor intensidad y se moverá hacia delante más seguido que un jugador en tarea de Apoyo. De la misma manera, un jugador en Apoyo será más agresivo que uno en Defensa.

Existen roles que tienen tareas diferentes. Los roles de los defensores centrales pueden desplegarse en tareas de Cubrir (más retrasado), Tapón (más agresivo) o Defensa (un punto intermedio). Algunos roles como los Carrileros o los Centrocampistas tienen la tarea automática, que se convertirá en tarea de Ataque, Apoyo o Defensa según la mentalidad del equipo.

Es importante entonces elegir roles y tareas que se combinen de buena manera con el objetivo de lograr lo que queremos ver en la cancha, pero considerando a la vez qué es lo que puede hacer nuestro equipo. También, tomar en cuenta que los roles que elijamos definirá cómo se para nuestro equipo cuando ataca, es decir qué posiciones ocuparán y cómo se moverán nuestros jugadores una vez dentro de ella. Es necesario entender cómo actuará cada jugador según el rol escogido, ya que esto a su vez nos permitirá entender cómo se vinculan entre sí.

Otro punto a considerar es el balance del equipo. Es importante que el equipo esté equilibrado para no exponer la defensa, ni diluír el ataque. De la misma forma que ocurre con las mentalidades de equipo, los roles tienen sus mentalidades específicas, que reaccionan a la mentalidad general del equipo y a la tarea que seleccionemos. Si elegimos demasiados roles o tareas ofensivas o defensivas, la táctica estará desbalanceada y el equipo no hará una buena transición de ataque a defensa y de defensa a ataque.

Elección de roles y balance del equipo

Veamos los roles que elegí para mi táctica para entender mejor cómo se relacionan los roles entre sí y la relevancia de estas relaciones en una táctica. 

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Me interesa en particular analizar el funcionamiento de una y otra banda, ya que a pesar de trabajar de formas distintas, ambas tienen el mismo objetivo; veámoslo.

Comenzando por la banda izquierda, tenemos un Carrilero en Apoyo. Esto se debe a que buscamos sacarle el máximo provecho a uno de nuestros mejores jugadores para ese puesto, Dan Butler. El inglés puede cubrir toda la banda y tiene los atributos necesarios para crear riesgo entrando en el campo rival. Para favorecer a Butler, lo acompañamos con un Extremo Inverso en Apoyo, un puesto que puede ocupar perfectamente Callum Morton. A diferencia del extremo natural, el extremo inverso juega con su pie hábil por el lado interno, favoreciendo así el recorte hacía dentro, y obligando a su marcador a seguirlo y creando espacio para que Butler ataque. Si bien esto sucederá naturalmente, podemos favorecer aún más esto con Instrucciones de Equipo, como veremos más adelante. Por último, los acompañaremos con un Centrocampista Recuperador en Defensa; el CRP-D es un rol que está dedicado principalmente a la recuperación, por lo que no se adelantará tanto durante los ataques y podrá dar cobertura a las subidas de Butler. Es por tanto  un rol ideal para el previamente mencionado Jeando Fuchs.

Por otro lado, en la banda derecha no tenemos un jugador de las características de Butler, por lo que usaremos un Lateral en Apoyo para no exponernos tanto defensivamente por esa banda. Así, necesitaremos un jugador que de amplitud al ataque por ese costado, y lo encontramos en Joe Ward, a quien usaremos como Extremo en Ataque para que llegue hasta la línea de fondo rival y jugando muy abierto, estirando la defensa. Una de las formas de aprovechar ese espacio generado por dentro es incluir un jugador dinámico que recorra el carril por dentro; para eso el Centrocampista Todoterreno es el rol perfecto. Cubrirá todo el campo de área a área, ayudando tanto en ataque como en defensa; con un jugador como Ollie Noburn, que destaca por su capacidad para jugar en todo el terreno de juego, tenemos el jugador ideal para esta función.

Instrucciones de Equipo y de Jugador

Con las partes más básicas de nuestra táctica ya configuradas, es momento de enfocarnos en las Instrucciones de Equipo y de Jugador. Esto nos permitirá profundizar aún más en los aspectos que queremos expresar con nuestra táctica. Veamos como hacerlo

¿Qué son las Instrucciones de Equipo?

Las Instrucciones de Equipo (IdE en adelante) son órdenes tácticas que damos como entrenadores a nuestro equipo. Sirven para acentuar o limitar algunas de las características que surgen de los roles que hemos seleccionado. Por ejemplo, un equipo que utilice Extremos o Carrileros por ambas bandas jugará un juego amplio naturalmente; mediante la IdE “Amplitud del Ataque” podemos pedirle a nuestro equipo que juegue más Estrecho o más Abierto de lo que normalmente lo haría. Existen tres tipos de IdE: Con Posesión, En Transición, y Sin Posesión.

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Las IdE Con Posesión afectan lo que hace nuestro equipo cuando tiene la pelota. Pueden afectar tanto el ancho de juego, como el ritmo y la longitud de los pases, a la vez que otros factores como el movimiento en el tercio final o la libertad de movimiento. De esta manera, podemos buscar acelerar o ralentizar la forma en que nuestro equipo mueve la pelota. También podemos enfocarnos en una u otra zona según lo que busquemos hacer en el campo de juego, entre otras cosas.

Las IdE En Transición determinan la forma en que nuestro equipo hace la transición de ataque a defensa y viceversa. También influyen la forma en la que el arquero distribuye la pelota cuando tiene la posesión. 

Por último, las IdE Sin Posesión influyen la forma en la que se comportará el equipo una vez que ya esté ubicado en la fase defensiva, cuando no tiene la pelota. Tienen injerencia sobre el posicionamiento de las líneas, el ordenamiento defensivo (abierto o estrecho) y la intensidad de la presión, entre otras cosas.

¿Cómo elegir Instrucciones de Equipo?

Al igual que a la hora de elegir la formación que queríamos utilizar, los roles dentro de ella y el resto de aspectos tácticos, la mejor forma de elegir nuestras instrucciones de equipo (en mi opinión) es hacerlo siguiendo una idea de juego. Veamos cómo hacerlo siguiendo con la táctica de nuestro Peterborough United.

En Posesión

Siguiendo con nuestra propuesta (y la intención de la directiva) de jugar un fútbol ofensivo y de posesión, ¿qué instrucciones podemos utilizar para ayudar a nuestro equipo a jugar con la tenencia? 

Una primera opción será buscar pases más cortos y bajar el ritmo de juego, con los deslizadores de las instrucciones “Pases directos” y “Ritmo de juego”. El primero controla que tan riesgosos serán los pases que buscarán dar nuestros jugadores, mientras que el segundo regula qué tan rápido buscará nuestro equipo trasladar la pelota en dirección del arco rival. Utilizando pases “más en corto” y un ritmo de juego “bajo”, nuestro equipo pondrá un valor especial a mantener la tenencia de pelota, buscando atacar sin arriesgar la posesión innecesariamente.

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También vamos a activar las opciones “Salir jugando desde la defensa” e “Intentar llevar el balón hasta el área”. La primera pedirá a nuestros jugadores que busquen siempre comenzar la jugada dando pases cortos desde atrás, en lugar de buscar un pase largo a un delantero o extremo. La segunda les marcará la intención de penetrar en el área rival para generar una chance de alto riesgo, en vez de buscar disparos a distancia o centros desde la esquina. Ambas opciones buscan nuevamente priorizar la tenencia del balón por sobre la toma de riesgos innecesarios, que es lo que buscamos con nuestra táctica.

Por último, activaremos la instrucción de “doblar por la izquierda”. Como habíamos visto antes, esto favorecerá que nuestro Carrilero en Apoyo doble la banda cuando nuestro Extremo Inverso regatee hacia dentro. También le subirá la mentalidad individual al Carrilero, de forma que será más agresivo en su toma de decisiones.

En Transición

En transición usaremos sólo dos instrucciones, “Contrapresión” y “Distribuir a centrales”. La primera le pide a nuestro equipo que presione al rival inmediatamente después de perder el balón, para buscar recuperarlo enseguida y poder atacar. 

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La segunda le pide al arquero que salga jugando en corto con los defensores centrales, en vez de buscar un saque en largo. Nuevamente, nuestro objetivo principal es la tenencia del balón.

Sin Posesión

En este apartado seleccionaremos tres instrucciones. Primero, adelantaremos tanto la línea de presión como la línea defensiva. Esto hará que nuestro equipo busque pararse más adelante, adentrándose en el campo rival para presionar el juego de nuestro oponente. Esto conlleva el riesgo de que nuestro rival encuentre espacio a nuestras espaldas, pero confiamos en que podemos recuperar el balón antes de que eso suceda.

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Como segunda medida, correremos el deslizador de “Activar presión” a “Más insistente”; de esta manera, nuestro equipo será más intenso a la hora de presionar al rival, acercándose más y haciéndolo en situaciones en las que normalmente no lo haría. Nuevamente, esto está apuntado a recuperar el balón lo antes posible, para poder volver a atacar con la tenencia del mismo.

Otras consideraciones

Algo a tener siempre en cuenta es que cuantas más Instrucciones de Equipo usemos, más órdenes estamos dando a nuestro equipo. No por tener más instrucciones es mejor una táctica. Si bien no es algo negativo en sí, puede llevar a errores, sobre todo si nuestros jugadores no tienen un alto nivel de atributos mentales. También dificultará nuestra tarea de diagnóstico si encontramos que algo falla en nuestra táctica. Si un jugador queda regularmente fuera de lugar en la defensa, ¿es porque pedimos que presione con más intensidad, porque adelantamos la línea defensiva, por la mentalidad o por su rol y tarea?

¿Qué son las Instrucciones de Jugador?

Las Instrucciones de Jugador (IdJ en adelante) son órdenes adicionales que se le dan a un jugador en particular dentro de nuestra táctica. Comparten lugar con las instrucciones que se asignan por los roles y nos permiten pedir a un jugador que actúe o se mueva de una manera que no es habitual por su rol. 
    
Se pueden asignar IdJ a cualquier jugador que ocupe ese puesto (eligiendo en la esquina superior derecha “Posición”) o solo a un jugador puntual cuando está jugando en esa posición (eligiendo “Personalizada”).

¿Cómo usar las Instrucciones de Jugador?

Las IdJ son ideales para hacer ajustes mínimos a nuestra táctica. Por ejemplo, si queremos que un jugador presione con mayor intensidad o suba al ataque más de lo que su rol y tarea lo suele hacer, las IdJ nos dan esa flexibilidad.

Por ejemplo, con el Peterborough utilizaré IdJ con dos puestos en particular. Primero, le daré al puesto del lateral derecho las instrucciones “Centrar más a menudo” y “Centrar desde atrás”. Esto le pedirá que de centros más frecuentemente, pero también que los haga no llegando a la línea de fondo, sino entrando al último tercio. Esto me sirve ya que lo convierte en una opción de relevo para nuestro extremo en ataque si este se quedara sin opciones de centrar.

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Por otro lado, daré la instrucción de “Disparar más a menudo” a centrocampista por derecha, que cumple el rol de Centrocampista todoterreno. Esto hará que a medida que el CTT llegue a posiciones ofensivas desde el medio del campo, busque con mayor frecuencia un tiro lejano si tiene el espacio necesario. 

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Sin embargo, haré esta instrucción una personalizada para nuestro medio Jack Taylor, ya que es quien tiene los atributos necesarios (buenos Tiros lejanos, Técnica y Decisiones) para hacer esta instrucción efectiva.

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Esto quiere decir que esa IdJ sólo se activará para ese puesto cuando sea Jack Taylor quien lo ocupe.

Conclusión

La creación de una táctica es una de mis partes favoritas de Football Manager. Siempre se trata de entender con qué piezas contamos y cómo hacerlas encajar para sacar el máximo potencial a nuestro equipo. Sin embargo, como todo puzzle puede ser complejo e incluso desconcertante en ocasiones.

Espero que esta guía los ayude a entender mejor el funcionamiento de cada una de las partes y como hacer para crear tácticas efectivas e interesantes. Aún así, una táctica no puede ser efectiva si no trabajamos en ella con nuestros jugadores en el entrenamiento, y alrededor de eso girará nuestro próximo artículo.

¡Hasta la próxima!

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