Antes de entrar en detalle, conviene apuntar un par de variables que no podemos alterar; la valoración juvenil y la importancia del juego son valores a escala nacional y están ocultos, así que no podemos ni verlos ni cambiarlos.
La valoración juvenil es la norma general de los juveniles que vienen de un país concreto. Por ejemplo, en el caso de las jóvenes promesas sudamericanas, el rasero está más alto que en otras regiones, ya que la valoración juvenil es mayor allí. En cuanto a la importancia del juego, hace referencia al puesto que representa el fútbol en la jerarquía de un país. En España, por ejemplo, será mayor que en países como Estados Unidos, donde el fútbol ocupa el cuarto o quinto lugar en cuanto a popularidad como deporte. Estos valores no podemos cambiarlos, pero sí nos sirven para entender por qué algunos países son auténticas máquinas de promesas de talla mundial a medida que avanza una partida.
¿Y qué pasa con los aspectos que sí podemos controlar? En este caso nos fijamos en las instalaciones y el personal. Las instalaciones de nuestros clubes afectan a la calidad y al potencial de las nuevas generaciones que vienen de la cantera, mientras que el personal al que contratamos nos ayuda a gestionar su desarrollo cuando llegan a la Sub-18.

Vamos primero con las instalaciones. Aquí hay tres aspectos clave: las instalaciones de juveniles, la preparación de juniors y la política de fichajes juveniles. Cada uno de ellos juega un papel muy específico en el desarrollo de las nuevas generaciones antes de que llegue la remesa. La única forma de desarrollarlos es insistiendo sin cesar a la directiva para que los mejore hasta que llegue al máximo.
La política de fichajes juveniles hace referencia a las redes de ojeo y fichajes del club a nivel juvenil; aquí entran el ojeo, los campos de entrenamiento y los fichajes tanto en tu zona como en el extranjero. Cuanto mejor sea tu política de fichajes juveniles, más fácil te será conseguir al mejor talento para tu club. Esto es más importante aún si diriges un club en una zona especialmente codiciada de un país, en la que competirás con muchos otros clubes por un jugador.
Las instalaciones de juveniles son, como su propio nombre indica, instalaciones de entrenamiento que pueden usar los jugadores de la cantera antes del día que llega la hornada anual de juveniles. Una distinción importante: no son las instalaciones que pueden usar los equipos juveniles que controlas tú (esas son las instalaciones de entrenamiento), sino que sirven para desarrollar a las nuevas generaciones en segundo plano antes del día de llegada. Cuanto mejores sean, mejor formadas estarán las nuevas generaciones al llegar al club.

También es fundamental la preparación de juniors, que te da una indicación de la calidad del cuerpo técnico que se dedica a preparar las sesiones en tus instalaciones de juveniles. Aquí no hay mucho margen, ya que no puedes contratar a preparadores de juniors concretos, así que lo único que puedes hacer para mejorar la calidad es pedirle a la directiva que siga invirtiendo en la preparación de juniors del club. Además de las instalaciones de juveniles, la preparación de juniors condiciona la calidad actual y potencial de las nuevas generaciones hasta el día que lleguen, que es cuando se ponen a punto y aparecen en la remesa.
La última pieza del rompecabezas es el jefe de desarrollo de juveniles y, por extensión, los entrenadores de tus equipos Sub-18 y Sub-21 (o equivalentes).
Esta figura juega varios papeles muy importantes en el desarrollo de las nuevas generaciones. En primer lugar, el sistema que prefiera afectará al tipo de jugadores que te lleguen en las remesas. Por poner un ejemplo, un jefe de desarrollo de juveniles que prefiera un 5-3-2, por norma general sacará más carrileros y centrocampistas, mientras que alguien que suela jugar con un 4-3-3 será más propenso a contar con extremos.
Como es lógico, es importante elegir a un jefe de desarrollo de juveniles que use un dibujo similar al tuyo. Como consejo, yo también intentaría que vuestros estilos tácticos coincidan todo lo posible para garantizar que los juveniles jueguen como tú quieras que se plantee el primer equipo.

El segundo aspecto del jefe de desarrollo de juveniles que hay que tener en cuenta es su personalidad. En cada hornada de nuevas generaciones que te llega, hay una posibilidad de que tu jefe de desarrollo de juveniles les transmita su personalidad a los jugadores (o al menos ciertos aspectos). Esto es importante, ya que la personalidad de un futbolista es uno de los factores que más determinan lo rápido y bien que se desarrolla.
Los rasgos que nos interesan son ciudadano modelo, perfeccionista, profesional modélico y profesional, que al contar con una mezcla perfecta de determinación y profesionalidad hace que los jugadores se apliquen al máximo tanto en los entrenamientos como en los partidos, por lo que se desarrollan mejor.

Hay aspectos de las hornadas de juveniles que siguen siendo aleatorios, lo cual es parte de la gracia de una carrera larga en FM26, pero hay otros en los que puedes meter mano directamente para mejorar la calidad de los jugadores que te llegan un año tras otro.
Cuanto más potentes sean las promesas que te lleguen, más fácil te será elaborar un plan de desarrollo que te permita llevar a tu club a lo más alto.
No te pierdas nada
Síguenos en redes sociales para enterarte de todo antes que nadie. @FootballManager en todas las plataformas.